Su nombre verdadero es Vito
Andrés Bártoli Palmiotti, conocido como Sabino “El Tano” Bártoli, quien ha
dejado de existir a los 90 años de edad en su vivienda de Jesús María en Lima.
Nació en Buenos Aires el 25 de mayo de 1929 y en 1953 pegó el salto al fútbol
colombiano, para militar en el Unión Magdalena. Como versa el dicho, nadie es
profeta en su propia tierra, y solo sus primeras actuaciones en Colombia
hicieron que recibiera un rebautizo de los que se estilaba en la tierra del
café. Si a Óscar Ramos, puntal del Sport Boys campeón de 1958, le decían
'Severiano', a Bártoli le pusieron 'Sabino'. Y por ello muchos piensan que tal
era su nombre, con el cual ha quedado perennizado en la memoria del hincha
peruano.
El arte del ballet
En 1955 Bártoli llegó al Perú
para jugar en el Atlético Chalaco. Allí hizo las veces de volante por derecha
en aquel famoso 'Ballet Porteño' que, entre otros, integraron el paraguayo
Adolfo Riquelme, Andrés Bedoya, René Rosasco, Félix Mina, Jacinto Villaba, Luis
Portanova y los también argentinos Jaime Cruz, Gualberto Bianco, Antonio
Aguiar, Santiago Armándola y Luis López.
Aquella gran formación obtuvo
los subtítulos de 1957 y 1958, aunque Bártoli no la haya tenido fácil a priori.
Ocurre que el DT del 'León Porteño', el argentino 'Pancho' Villegas, tuvo
reparos para alinearlo el día en que se esperaba su debut con chompa rayada,
frente al Portuguesa de Brasil. ¿La razón? Eran tiempos en que se comenzaba a
cuestionar la llegada masiva de extranjeros al Perú, y Villegas, que había
recomendado al 'Tano' -que lucía una calvicie prematura y por ello denotaba
mayor edad de la que tenía-, afrontaba ciertos temores: "¿Te das cuenta
qué pasaría si vamos perdiendo contra Portuguesa con un 'pelado' en la media
cancha y estando al frente Djalma Santos, Brandaozinho, Ipojucán y Julinho?
Mejor, Bártoli, usted espere en la banca. Yo lo pongo a mitad del partido, y
estese seguro de que las cosas van a ir mejor", narraba Bártoli a la
revista Ovación en los setenta.
Al final, Villegas cumplió su
palabra: hizo entrar al 'Tano' y este jugó bien, y se ganó un lugar entre los
once. Quienes vieron a Bártoli con la divisa del Chalaco afirman que fue uno de
esos que jugaba para la tribuna, con un potente disparo y de clarísima visión
de juego. Sus compañeros de equipo se hicieron famosos gracias a sus pases como
con la mano”. Después de los dos subtítulos, en 1959 llegó al Sporting Cristal,
donde a la clase de los uruguayos Sacco y Zunino se había sumado el gran
Alberto 'Toto' Terry, quien venía de Universitario. Todos ellos tuvieron que
agradecer sus magistrales servicios, aunque los cerveceros no pasaron del
tercer lugar en el campeonato.
Luego, Bártoli regresó a las
tierras que lo hicieron famoso. En su segunda etapa en Colombia jugó por el
Deportivo Independiente Medellín (1961), Deportivo Cali (1961-1962) y Deportes
Quindío (1963-1965). Finalmente, retornó al Perú para no irse más: jugó por el
Carlos Concha del Callao en 1966, en aquel primer torneo Descentralizado en el
cual dicho club perdió la categoría. Luego de ello se hizo técnico y comenzó
una prolífica carrera, aun más exitosa que como jugador.
Al calor del hogar
Los primeros pasos de Bártoli
fueron en el norte, zona del país con la que alcanzaría alta identificación. En
Chiclayo, condujo al Juan Aurich del anonimato a la Copa Libertadores en su
primera campaña en la máxima categoría. Formó aquel poderoso equipo del
'Ciclón' que en 1969 disputó la Copa Libertadores y logró derrotar a la
Universidad Católica en Santiago. Al año siguiente, pasó a dirigir a Cristal con
el que obtuvo el campeonato de 1970, el primer título del cual pudo hacer
alarde. Seguidamente pasó por Unión Tumán, Alianza Lima, Juan Aurich, León de
Huánuco y Universitario para regresar 1977 al Deportes Quindío colombiano,
ahora como DT. Pero su cariño por el Perú pudo más y retornó en 1979 para
dirigir a Deportivo Municipal, ADT (con el que disputó la Liguilla por el
título) y "su" Atlético Chalaco.
En 1984, Bártoli logró un
nuevo campeonato como técnico, esta vez de Copa Perú con Los Espartanos de Pacasmayo,
con Hugo Sotil como figura estelar. En dicha Finalísima enfrentó y derrotó 1-0
en el partido decisivo a un equipo que se daba a conocer ante la afición
nacional y que luego significaría todo para Bártoli: Alianza Atlético Sullana.
De hecho, luego de pasar por el banquillo de Atlético Torino y otra vez por el
de Los Espartanos, 'El Tano' llegó a Sullana en 1988, para conducir a los
churres en la primera campaña de su trayectoria en la máxima división. Era el
equipo de 'Gatti' Sandoval, de Sanjinez, Berlanga, Ágapo Gonzales, García
Panta, Johano Bermúdez, 'Patae'rana' Zapata, Samuel Chamochumbi y el finado Ramón
Anchisi. Aquel que ganó el Regional Norte y luego se ubicó segundo en el
Descentralizado y estuvo a tiro llegar a la Copa Libertadores en la segunda
Liguilla del año, con una inesperada derrota ante Universitario en la última
fecha.
Aquella gran campaña hizo que
Sport Boys, que buscaba volver a Primera División, pusiera la mira en 'El Tano'
y lo contratara para guiar la campaña de retorno en 1989. Fue, pues, el
argentino quien condujo a Duarte, Atoche, Moreano, Adrián Gatti y Carlos Henrique
Paris en aquellas tardes de éxito en el Telmo Carbajo, para cerrar el círculo y
convertirse en el único técnico foráneo que ha obtenido títulos de Primera,
Segunda y Copa Perú en el fútbol peruano. Pero pese al éxito, su cariño por esa
tierra norteña que lo había cobijado pudo más y retornó a Sullana para 1990,
año en el que hizo una nueva gran campaña en el II Regional y afianzó la
paternidad churre sobre su tocayo Alianza Lima, al cual derrotó ante un estadio
Nacional abarrotado con un gol de sombrero de Javier Torres al 'Gato' Purizaga.
La alianza con 'El Tano'
Así, no fue solo ambiental el
calor que brindó Sullana a Bártoli. Se afincó allí y tuvo regresos con ribetes
de salvador en 1992, 1993 y 1996, en este último torneo salvando la categoría
en la última jornada de visita en Talara frente al Atlético Torino, resultado
que envió al descenso a Aurich/Cañaña. Fue la última campaña de 'El Tano' en el
banquillo del 'Vendaval'.
En realidad, a diferencia de
otros técnicos argentinos que han pasado por el Perú, Bártoli nunca fue un tipo
mediático: más bien gustó del perfil bajo, alejado de los dimes y diretes con
los rivales. Y además, denotando vocación de servicio y colaboración sin rehuir
retos complejos. Así lo demostró en sus dos últimas campañas: Abrazando a
Adrián Gatti en la consagración de Boys campeón de Segunda en 1989, ante
Defensor Kiwi primero con el Alcides Vigo en 1997, cuando el equipo policial
estaba deshauciado y él se puso al frente por algunas jornadas, y luego en
2002, con aquel Aurich que quiso rescatar del cadalso -ya estando por encima de
los 70 años de edad-, en muestra de agradecimiento por haberlo lanzado como
técnico. Sin embargo, hubo algo con lo que Bártoli jamás pudo convivir: la
falta de seriedad, y por ello se marchó luego de solo tres partidos, tras una
derrota contra Sporting Cristal por 1-0 en el San Martín.
Su apellido y su pelada, esa
que tantos temores le despertó alguna vez a 'Pancho' Villegas, son sinónimos
del cariño y reconocimiento que la afición le profesa las pocas veces que
aparece en los medios. Lo quieren en el Callao, también en Chiclayo; pero sobre
todo en Sullana, la tierra que él descubrió para el Perú futbolero y que lo
evoca como el maestro formador de la oncena más querida y recordada de Alianza
Atlético. Descansa en paz "TANO"!
Toado de DeChalaca.com.
Toado de DeChalaca.com.